El debate sobre el pedido de facultades del Ejecutivo para legislar en materia tributaria ha puesto sobre el tapete temas básicos para el desarrollo y la estabilidad nacional que deben ser evaluados sin apresuramiento.Lo primero que debe hacerse es definir prioridades. Actualmente, tenemos una recaudación tributaria concentrada en muy pocos contribuyentes. Ello trae como consecuencia dos efectos negativos: por un lado, la presión tributaria real en esos contribuyentes formales es excesiva; y por el otro, los ingresos fiscales son precarios porque dependen, en gran medida, de circunstancias coyunturales como el alto precio de los metales. Por ello, la ampliación de la base tributaria es imperativa y la Sunat bien podría actuar más activamente en este campo sin tener que esperar modificaciones en la legislación. Asimismo, tenemos exoneraciones tributarias que muchos concuerdan en que deben ser eliminadas. La pregunta es: ¿Cuándo? Como consecuencia de ello tenemos el caso de los combustibles en la selva, en cuyo entorno se ha creado una red de corrupción para llevar y vender gasolina ilegalmente en el resto del país. Sin embargo, también es real el mayor costo de vida en esas zonas debido al aislamiento por falta de vías de transporte. ¿Cómo eliminar ese aislamiento mientras no se da una política de inversión en infraestructura adecuada? ¿Y cómo hacer para construirla sin el cobro de impuestos?Algo similar ocurre con el ahorro. Algunos países gravan los ingresos generados por los intereses de los depósitos al igual que otras fuentes de ingreso de los contribuyentes. No obstante, el nivel de ahorro en esas naciones es mucho mayor que el peruano. Con solo el equivalente al 20% del PBI, el ahorro nacional todavía es muy bajo (en Chile es más del 30%). ¿Entonces, qué sentido tendría imponerle un impuesto ahora y correr el riesgo de que disminuyera? ¿Qué es lo prioritario? ¿La búsqueda de algunos ingresos fiscales en el corto plazo o asegurar que el ahorro llegue a niveles que aseguren el financiamiento en el largo plazo de nuestro desarrollo? Creemos que la respuesta debe de ser incentivar el ahorro y mantenerlo exonerado el tiempo que sea necesario hasta que logre un nivel adecuado. La política tributaria debe de ser diseñada con un horizonte más amplio que el apetito fiscal en el corto plazo.