Por Richard Arce.Voy a seguir insistiendo en abordar la problemática de la conflictividad social en el corredor minero, porque debería ser un tema prioritario de atención del gobierno y evidentemente también del Congreso, puesto que de lo que suceda en los próximos meses dependerá la consolidación de ingresos fiscales, para salir de esta recesión económica y, lo más importante, si en realidad creen que se van a impulsar las inversiones mineras en el país. Lo manifiesto porque esta semana, después de más de diez días de estar bloqueado el corredor en el sector del distrito de Velille, en la provincia de Chumbivilcas en el Cusco, se llegó a un acuerdo entre los dirigentes sociales, el alcalde distrital, Julián Domínguez, y la empresa minera Las Bambas, para destinar un fondo anual, retroactivo desde el año 2022 hasta el año 2025 por un millón y medio de soles promedio.Además, se generaron compromisos con la empresa Las Bambas, para que Velille esté considerado dentro del programa de apoyo profesional, para contratar personal de la zona, asistencia técnica para canalizar proyectos de desarrollo y el correcto mantenimiento de la vía para evitar mayores molestias al poblador a pie de carretera. Uno creería que con estos compromisos y, además, el acta firmada el problema se terminó y volteamos la página y para adelante. Lamentablemente, así no funcionan las cosas en el Corredor Minero del Sur; es mucho más complejo el tema.