La vida política de Wilfredo Oscorima Núñez ha dado tantas vueltas como una de las ruletas de sus casinos. En 2015, después de haber sido condenado a cinco años de prisión por un caso de corrupción, se dio a la fuga. Como en el viejo Oeste, las autoridades ofrecieron una recompensa de S/50.000 a quien delatara su ubicación. Al año siguiente, fue detenido y encerrado en el penal de Cachiche para que cumpliera la sentencia. Pero antes de esto, en 2017, consiguió salir en libertad, ganó por tercera vez las elecciones regionales y fue uno de los primeros gobernadores que al asumir funciones en 2023 saludó a la presidenta Dina Boluarte. Ella comenzó a llamarlo "wayki" (hermano, en quechua).