Como para que no queden dudas sobre su predilección por estos relojes, Wilfredo Oscorima ingresó a la sede de la Fiscalía luciendo un Rolex en su muñeca izquierda. Fue citado allí para responder si le obsequió uno de esos onerosos artículos a la presidenta Dina Boluarte, investigada preliminarmente por no haber podido explicar cómo hizo para ser dueña de hasta tres Rolex.Solo unas horas después de conocerse que adquirió uno de estos relojes el mismo día en que la mandataria cumplía 61 años, y que cinco días después esta luciera públicamente uno idéntico, el gobernador regional de Ayacucho, convertido ya en un protagonista clave en este caso, optó ayer por no hablar, amparado en su derecho al silencio. Su calidad de testigo no lo obliga a declarar. Cerrar la boca lo mantendrá a salvo y libre de cualquier contradicción, y de paso, con su silencio no incriminará a nadie. Oscorima prefiere que sea la presidenta de la República la que explique hoy a la Fiscalía el origen de ese Rolex que en las últimas horas parece involucrarlo más en una investigación que por ahora le es ajena.