Se fue echando chispas. El saliente comandante general del Ejército, César Reinoso, no pudo contener la rabia que le produjo su inesperado cambio y pase al retiro, a tal punto que aprovechó su discurso de despedida para cuestionar el proceso de ascensos en la cúpula de la institución castrense."No puedo dejar de expresar mi preocupación, mi profunda preocupación por la forma como se están produciendo los últimos ascensos y cambios de personal que está haciendo gente extraña a la institución (.). Este viejo soldado nunca estará de acuerdo con acciones que infringen el marco legal debidamente establecido, siendo esos ascensos y movimientos antirreglamentarios y anticonstitucionales", afirmó en la sede de la Comandancia General del Ejército, más conocida como el Pentagonito.Estas declaraciones colisionan con las expresiones del ministro de Defensa, Allan Wagner, quien el martes pasado y ayer mismo, en la mañana, aseguró que el cambio de Reinoso por el general Edwin Donayre era una "medida generacional apropiada" para el proceso de reforma de dicha institución.