La última vez que el gobierno de la presidenta Dina Boluarte estuvo contra las cuerdas -cuando no se podía descartar una vacancia presidencial debido a las violentas protestas de inicios del 2023 y a la respuesta de las fuerzas del orden- habían trascurrido apenas pocas semanas desde su toma de mando. Unos 14 meses después, cuando su situación se vuelve a complicar, la mandataria deja en evidencia que sobre manejo de crisis aprendió muy poco.La noche del viernes pasado, representantes del Ministerio Público y de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac) allanaron la vivienda de la presidenta en Surquillo. Horas más tarde, continuaron las diligencias en Palacio de Gobierno. El juez Juan Carlos Checkley había autorizado la intervención como parte de la investigación contra Boluarte por presunto enriquecimiento ilícito y omisión de consignar declaración en documentos. La búsqueda física de los relojes de alta gama que ella ha exhibido en público y que no se condicen con sus ingresos había empezado.(Edición domingo).