La presidenta no luce ya su Rolex en la muñeca. Por estos días, Dina Boluarte ha ocultado su costoso reloj y ha escondido también una explicación razonable sobre cómo llegó el lujoso bien a esa muñeca que hoy parece no tener para manejar su complicada situación, ahora agravada por un presunto desbalance patrimonial que se le atribuye. Boluarte ha preferido no hablar. En medio de su silencio los gobernadores regionales han terminado enfrentados, divididos en torno a esta nueva acusación. Mientras el Consejo Directivo de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR) remarcó que las regiones "no respaldarán los actos manchados de ilegalidad y que pongan en peligro la gobernabilidad y estabilidad del país", a propósito de esta nueva denuncia contra la jefa de Estado, un grueso de autoridades regionales se desmarcó de este pronunciamiento, señalando que este no representa el consenso de los miembros de la ANGR y acusando que "intereses subalternos buscan desestabilizar al país".