Por Santiago Pedraglio, sociólogo.Por primera vez en el Perú el Poder Judicial, en la persona de un juez de Nauta, Loreto, ha reconocido -en términos legales- que el río Marañón es titular de derechos, lo mismo que sus afluentes. Esto, como respuesta a una demanda de mujeres del pueblo kukama contra la contaminación del río por Petro-Perú, en una zona donde, en paralelo, abunda la minería ilegal. La sentencia consagra a las organizaciones indígenas como guardianas y defensoras del río Marañón y sus afluentes.Tal como informa la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), en la cuenca del Marañón -río cuyo recorrido es de 1.400 kilómetros- la depredación a causa de la minería ya es visible: "A través de imágenes satelitales registradas por el MAAP [Proyecto Monitoreo de la Amazonía Andina], se muestra un bosque mucho más depredado. En esta zona la minería empieza a orillas del río y se extiende dentro del bosque, porque no se realiza con dragas, sino con maquinaria pesada al costado del río, en el mismo bosque" (Actualidad Ambiental, 2/2/2024).