A inicios del 2023, los gestores de patrimonio y analistas consideraban que la sangría de capitales que abandonaron el país en los dos años previos se detendría.Basaban sus proyecciones en el cambio de gobernante, que propiciaría mayor estabilidad política, y el impulso de los principales socios comerciales del Perú, que afianzaría la recuperación económica.Sin embargo, los capitales no solo no retornaron sino que continuaron saliendo hacia plazas desarrolladas, preferentemente EE.UU. y Europa. En el 2023, salieron en neto capitales de corto plazo por US$ 1,675 millones, según datos del Banco Central de Reserva (BCR).