Lo dijimos antes, y lo reiteramos ahora. La tan mentada frase "¡Disciplina, compañeros!", que durante años caracterizó la conducta partidaria de la militancia aprista, ha perdido fuerza. Y esto ha ocurrido al punto que la aclaración y la réplica pública a su líder, Alan García, que hasta hace un tiempo era impensable, es ahora una realidad que le está causando varios dolores de cabeza al mandatario.El último capítulo de este 'tira y afloje' en la tensa relación Ejecutivo-Congreso tuvo lugar ayer, con la respuesta frontal del portavoz de la Célula Parlamentaria Aprista, Javier Velásquez Quesquén, a las críticas del presidente Alan García por la demora del Parlamento en la aprobación de proyectos de ley remitidos por el Ejecutivo con carácter de urgencia.En una cerrada defensa de su fuero, y dejando en claro que ni él ni sus colegas están dispuestos a cargar con culpas ajenas, el legislador aseguró que ese poder del Estado hace un esfuerzo por sacar adelante diversas iniciativas, pero que el propio Ejecutivo a veces se convierte en un escollo para ello debido a la demora de los ministros para contestar las inquietudes de los parlamentarios.