TRAS LOS ATAQUES, LIMAN ASPEREZAS EN PALACIO
5 de diciembre de 2006

A diferencia de otras oportunidades, el ex mandatario Alejandro Toledo salió anoche con la pierna en alto y acusó directamente al presidente Alan García de "manchar mi honra" y la de su esposa, Eliane Karp, "utilizando" al procurador ad hoc Gino Ríos, encargado de investigar los presuntos actos de corrupción cometidos durante su gobierno. "Yo soy respetuoso de un presidente (Alan García) que ha sido democráticamente elegido con nuestra ayuda, pero no le permito que manche la honra de un hombre que luchó en las calles con ustedes (.) y ahora utilice a un personaje siniestro (Gino Ríos) para acusar al (ex) presidente y a la (ex) primera dama, no le permito", afirmó cerca de las ocho y media de la noche en su residencia de Camacho, donde improvisó una conferencia de prensa. Lo sorprendente de todo fue que, después de sus ácidas declaraciones, Toledo llegó a Palacio de Gobierno, a las 10:50 de la noche y acompañado por el ex premier Carlos Ferrero, por invitación del jefe de Estado, con el propósito, tal vez, de intentar bajarles el tono confrontacional a sus declaraciones previas y de limar asperezas. Culminada la cita, que duró casi una hora, ambos salieron a brindar declaraciones a la prensa. El mandatario comentó que la reunión había tratado, entre otras cosas, sobre el TLC con Estados Unidos. Por su parte, Toledo, quien anunció que esa misma noche viajaría a California, dijo que intercambiaron opiniones "concordantes y discrepantes", y reiteró que existe una "fábrica de información distorsionada" con el propósito de minar su credibilidad.