Por Juan Miguel Cayo, gerente general de Fenix.Cuando se habla de eficiencia energética, cuyo día mundial se celebra el 5 de marzo, usualmente pensamos en electrodomésticos de bajo consumo o focos ahorradores. Pero la eficiencia energética es mucho más que eso. Implica el uso racional y óptimo de los recursos energéticos con que contamos, lo cual conlleva beneficios económicos, ambientales y sociales. ¿Cómo vamos en el Perú en esta materia? Cuando analizamos el balance oferta/demanda de energía en el Perú, podemos apreciar que no existe una correspondencia entre los recursos que el país tiene y lo que consumimos. El Perú tiene abundantes recursos en gas natural, hidroenergía y recursos renovables como el viento y la radiación solar. Pero lo que el Perú consume mayoritariamente son combustibles fósiles derivados del petróleo -recurso que producimos cada vez menos-, mientras que el consumo de gas natural no solo está focalizado en la generación térmica, sino que está centralizado mayormente en Lima. En contraposición, no se ha iniciado ninguna construcción de una hidroeléctrica grande en más de 12 años -la última fue Cerro del Águila, cuya construcción empezó en 2012- y las energías renovables solo representan el 5% de la matriz de generación.
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