El Poder Ejecutivo tiene el tiempo contado para rescatar a Petro-Perú del colapso, porque "cada día que pasa" sus pérdidas se incrementan y crece la probabilidad de un desabastecimiento en el mercado de combustibles. "Es una decisión compleja, difícil, la de tener que sacar la billetera y tener que apoyar [con US$1.300 millones] a una empresa pública que ha hecho mal las cosas", indicó José Arista, titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), en una conferencia de prensa celebrada ayer en las instalaciones del Ministerio de Energía y Minas (Minem).En cualquier lugar del mundo -dijo Arista-, las petroleras estatales son rentables y "muchas veces" mantienen a los gobiernos centrales, pero en este caso "se da la situación inversa, en la que el Gobierno Central es el que mantiene a la empresa petrolera". De acuerdo con el funcionario, los responsables de mantener el orden en la petrolera son los directores y el presidente de su directorio, quienes "mienten" y desinforman a los miembros del Consejo de Ministros."Es por eso que estamos nombrando a los nuevos directores, a los que van a dirigir la empresa, a personas competentes en lo profesional y en lo ético", señaló el titular del MEF.