Si el río Mantaro (Junín) --convertido en un gran depósito de residuos mineros-- fuera limpio y apto para la agricultura, la exportación de alcachofas se multiplicaría por dos y, en vez de vender afuera US$8,5 millones anuales, se llegaría a US$17 millones.La meta que se ha trazado el programa Sierra Exportadora es hacer realidad eso en un plazo de dos o tres años, de tal manera que se pueda incorporar un mayor número de hectáreas de los valles aledaños al mencionado río. El programa tiene problemas, justamente, de expansión en toda la sierra central, pues actualmente se limita a las zonas que no tienen problemas de contaminación. "Lo que queremos es parar en seco este problema", afirma el gerente general de Sierra Exportadora, Antonio Castillo.Por ello, informó que mantienen conversaciones con las mineras que vierten sus residuos en el río, el cual está dividido en la zona de los afluentes iniciales, la parte media y el túnel Kingsmill. En especial establecieron coordinaciones con las empresas mineras Perú Cooper, Doe Run, Austria Dubaz y Panamerican Silver.