Hasta hace poco, analistas e inversionistas hablaban de un nuevo "superciclo" de commodities que repetiría el alza en las cotizaciones de materias primas, que comenzó a inicios de la década del 2000 y duró hasta la crisis financiera de 2007-2009. El gatillador sería una mezcla de rápida recuperación económica -Occidente salía de los confinamientos de la pandemia- y una transición a energías verdes.Hoy, esa perspectiva reluce menos. Los precios del litio y el níquel, vitales para las baterías de vehículos eléctricos (VE), se dispararon el 2021 y 2022, pero luego colapsaron. Hoy, el níquel es 50% más barato que a inicios del 2023; la caída del litio ha sido más pronunciada (80% en dicho periodo). El Índice de Commodities de Bloomberg, elaborado a partir de una canasta de alimentos, combustibles y metales, ha disminuido 29% desde su pico de mediados del 2022.
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