Finalmente, Alejandro Toledo acabó con el misterio y accedió a la invitación de un grupo parlamentario para responder las denuncias en su contra. Sabía que la apresurada invitación que se le hizo no garantizaba un cuestionario de preguntas que pudiera ponerlo en aprietos. Y así fue. Toledo denunció ser víctima de una persecución política, y si bien no se animó a acusar a nadie con nombre propio, su amigo y leal colaborador Carlos Ferrero Costa sí responsabilizó de todo esto al presidente Alan García. Tras presentarse ante la subcomisión del Congreso que investiga las irregularidades de su gobierno, el ex mandatario aseguró que la prensa ha recibido información "fabricada y distorsionada" que luego ha sido recogida por fiscales que "de motu propio la convierten en denuncia" . (Edición domingo).
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