Los eligieron para legislar en beneficio de toda la población, pero entre los congresistas ese objetivo, en demasiadas ocasiones, queda postergado no solo en favor de los apetitos personales, también por los intereses del partido político al que pertenecen. Prueba de ello son las reformas electorales impulsadas y aprobadas el año pasado, como la que busca desaparecer de los comicios generales a los movimientos regionales, la que eliminó las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) y la que dispuso el incremento de adherentes para inscribir nuevas organizaciones. Expertos consultados sobre el tema han cuestionado la labor parlamentaria y advierten que menoscaba la democracia electoral, pues a intentan cerrarle las puertas a sus adversarios políticos para asegurarse una ventaja en los próximos sufragios.