El clima extremo, la recesión económica y la delincuencia infligen un duro castigo a los hogares peruanos. Pero, como si todo eso no fuera suficiente, las familias deberán experimentar ahora una nueva penitencia, pagando precios cada vez más elevados por el balón de gas doméstico. Esto, como consecuencia de la puesta en vigor de una norma que busca quitar presión al Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), pero "a costa de generar un fuerte reclamo social, debido a que va a incrementar el precio del GLP", apunta Arturo Vásquez, ex viceministro de Energía.Nos referimos al DS 0012024-EM, publicado el 20 de enero pasado, el cual cambia la metodología con la que se calcula el precio de referencia del GLP envasado, combustible del cual dependen siete millones de hogares para cocinar sus alimentos.En esencia, la norma señala que el precio de dicho energético se calculará, de ahora en adelante, "en función del precio de paridad de importación (PPI)" y ya no "del precio de paridad de exportación (PPE)", explica la Sociedad Peruana de Gas Licuado (SPGL).