En poco más de dos años, Fitch Ratings ha rebajado la calificación de riesgo de Petro-Perú en cuatro oportunidades. El último ‘downgrade’ fue este miércoles, cuando la agencia crediticia recortó elráting de la estatal en tres escalones (de B B+ a B +) y expuso así la debilidad financiera que actualmente hunde a la petrolera. El Comercio conversó con Adriana Eraso, directora de Fitch Ratings, sobre esta decisión y sus repercusiones.¿Esperaban que el Gobierno anuncie un plan de apoyo a Petro-Perú o algo más estructurado?Sí, claro. La base de un ráting es mirando hacia adelante. No tener visibilidad y ver al gobierno dar mensajes mixtos sobre cuándo y cómo apoyará a la empresa estatal nos lleva a hacer este ‘downgrade’. El problema de Petro-Perú es financiero, de liquidez inmediata.¿ Han conversado con Petro-Perú o el Gobierno sobre cómo mejorar su tan mellada calificación crediticia?Nuestro mensaje no ha cambiado y es que nosotros necesitamos visibilidad. El problema con Petro-Perú es que hasta ahora han tenido soluciones ad hoc; se les ha dado apoyo como con la línea de crédito de US$750 millones, entre otros financiamientos, pero no hay una consistencia y no hay un mensaje a futuro. Por ello no podemos mantener su ráting tan cercano al soberano y tenemos que reflejarles a los bonistas el riesgo de no visibilidad de apoyo que estamos viendo.(Edición sábado).