Petro-Perú está bajo la lupa. Y es que la Contraloría General de la República autorizó al procurador público a cargo de asuntos judiciales de esta entidad para que, en nombre del Estado, inicie las acciones legales correspondientes por las presuntas irregularidades de funcionarios de Petróleos del Perú (Petro-Perú) en la comercialización del combustible Turbo Jet A-1 durante enero del 2002 y enero del 2004.Según el órgano de control, las investigaciones realizadas encontraron irregularidades en la suscripción y ejecución de contratos de suministro de combustible de aviación Turbo Jet A-1 con determinadas empresas.Los contratos en mención fueron hechos por un año con empresas que no tenían relación con el sector aerocomercial cuando, de acuerdo con la política de comercialización vigente a esa fecha, solo se podía realizar contratos con aerolíneas. Se encontró, además, que el negocio era vender este combustible como kerosene y facilitar la adulteración del diésel 2.(Edición sábado).