Por Enrique Castillo, periodista.En un evento al que asistieron diplomáticos, políticos, economistas, empresarios y algunas personalidades, el tema de conversación en los diferentes grupos por los que circulamos, obviamente, fue el de la situación política y económica del país. Los comentarios eran variados, pero tenían en común una mala opinión del Gobierno, de la presidenta y de los congresistas. Se comentaba sobre la manera como el Ejecutivo había retrocedido en la venta de boletos a Machu Picchu, lo mal que se manejaba el asunto de Petroperú, el pésimo rol que cumplía el Ministerio de Energía y Minas en el tema minero y en el petrolero, entre otros temas.La inseguridad ciudadana, el control de la inflación, las tasas de interés, el MEF y otros temas también fueron abordados.Algunos eran partidarios de cambios en el gabinete, mientras otros solo ponían la puntería en el ministro de Energía y Minas y en el del Interior.Las predicciones sobre el futuro eran más uniformes: no nos salvamos de que el siguiente Gobierno sea radical, de izquierda o de derecha, antaurista o bukelista. Y se señalaba que ni el Ejecutivo ni el Legislativo tenían los incentivos para tratar de cambiar la situación, ni para hacer las reformas que permitiesen mejorar el presente o sentar las bases para un mejor futuro.