Hasta hace unas semanas, la postura del Gobierno respecto de la posibilidad de aumentar la remuneración mínima vital (RMV), que desde el 2022 se encuentra fijada en S/1.025, parecía bastante clara: que esta no empezaría a discutirse mientras la economía no se recuperase. Así lo dijo, por ejemplo, el ministro de Economía y Finanzas, Alex Contreras, a mediados de enero ("sin crecimiento no puede haber ajustes en estas variables; lo que esperamos es que cuando la economía empiece a crecer nuevamente […] se pueda, a través del consenso, llegar a una solución") y así lo dijo, también, el ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Daniel Maurate, por esos días ("en momentos de recesión es complicado incrementar el sueldo mínimo, porque el sueldo mínimo, básicamente, afecta a las microempresas").Esta semana, sin embargo, las cosas parecen haber cambiado sustancialmente (no en cuanto a la realidad económica del país, vale decir, sino en lo que respecta al discurso del Ejecutivo) y el miércoles el mismo Maurate aseguró ante la prensa que "hay un compromiso presidencial para incrementar el sueldo mínimo vital, […] el panorama es muy favorable para este año. De acuerdo con los indicadores, la economía va a mejorar y, en consecuencia, se va a dar el escenario para poder discutir el incremento del sueldo mínimo".