Desde que fue suspendida por la Junta Nacional de Justicia (JNJ), en diciembre de 2023, Patricia Benavides ha digerido el trago amargo que producen los reveses legales. El Poder Judicial ya no acoge sus recursos, como lo hacía cuando lideraba el Ministerio Público; la misma Fiscalía ha archivado investigaciones que ella inició con aparente arbitrariedad; y la JNJ se ha negado a levantarle la sanción. Es decir, cada fuero al que ha recurrido le ha dado la espalda. Pero no son todos.En este contexto, el Tribunal Constitucional (TC) se ha erigido como la última carta de Benavides. La demanda competencial que presentó la Fiscalía en agosto de 2023, bajo su gestión, puede revertir su situación si el órgano constitucional le da la razón.