El Ministerio de Energía y Minas está pretendiendo proponer un tercer rescate financiero para Petroperú, ahora demandando la friolera de dos mil millones de dólares; después que el año pasado ya se otorgaron más de dos mil quinientos millones de dólares, dinero que salió de las arcas públicas, fruto de los aportes de los contribuyentes y que debería ser para atender las múltiples demandas que tiene el país. Esta pretensión estaría rompiendo la regla fiscal establecida -acaba de renunciar el viceministro de Hacienda- y además, si consideramos que es una empresa que ya tiene calificación crediticia negativa, Petroperú ya no puede buscar financiamiento externo y está rota su cadena de suministro; no puede emitir bonos porque son considerados "bonos basura", en los que nadie va a querer invertir.