Por Aldo Mariátegui. Sería realmente un escándalo que este Gobierno acceda a las peticiones de Petroperú y le desembolse, de varias maneras, esos US$2,500 millones que esta empresa parasitaria le está solicitando para sobrevivir un tiempito más. Petroperú está quebrada y allí no queda más que dejarla morir. Que sus irresponsables acreedores ya vean como se cobran sin que el Estado peruano responda por este parásito, porque nadie va a asociarse o comprar a ese muerto. Que rematen la refinería, el edificio de San Isidro y algún activo más que se pueda vender.