Una de las tareas pendientes del Perú es cerrar la brecha de agua y desagüe, pero la realidad parece no caminar con esta meta, debido a que el ritmo con el que se ejecutan los recursos asignados para proyectos no despega. A solo tres días de terminar el 2023, los tres niveles de gobierno (nacional, locales y regionales) han invertido solo el 58% del presupuesto para dicho fin, según Transparencia Económica del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). El presupuesto institucional modificado (PIM) para las obras de agua y desagüe asciende a S/ 6,390.3 millones. Es decir, existe el reto de invertir el 42% restante (S/ 2,684.8 millones) en menos de una semana. En términos sencillos, por cada S/ 100 que se tienen para proyectos de saneamiento falta ejecutar S/ 40.