La exfiscal de la Nación Patricia Benavides tenía un ‘topo’ en el equipo especial que lidera la fiscal Marita Barreto. Su nombre es Guillermo Silva Loli, y llegó a infiltrarse con ayuda de Ricardo Dulanto, fiscal y hombre de confianza de la suspendida fiscal suprema.Según la investigación, Silva fue colocado en ese equipo por el fiscal Marco Huamán, mano derecha de Benavides y jefe del Área de Enriquecimiento Ilícito, con la condición de que sea "los ojos y oídos" de la entonces titular del Ministerio Público.