El balance económico del primer año de gestión de la primera presidenta del Perú se puede resumir en una palabra: recesión. Hace un año que Dina Boluarte asumió las riendas del país en un contexto de desaceleración y conflictividad social, con inversión privada en caída libre, altos niveles de inflación y desconfianza empresarial.La clase media venía golpeada desde la pandemia y la pobreza continúa en aumento. A esto se suma que debió afrontar el ciclón Yaku y la amenaza latente de El Niño.