Dos noticias difundidas ayer han sacudido aún más el ya trémulo escenario político-institucional en nuestro país y han reafirmado aquella tendencia peruana inaugurada hace ya algunos años que sostiene que "diciembre calmado" se ha vuelto un oxímoron.La primera se conoció ayer en la mañana, y aunque su impacto mediático quedó atemperado por la decisión del Tribunal Constitucional (TC) de ordenar la liberación de Alberto Fujimori horas después, no debe pasarse por alto. Como informó la Unidad de Investigación de este Diario, el detenido exasesor de la fiscal de la Nación, Jaime Villanueva, reconoció ante las autoridades la autenticidad de los chats que un congresista no identificado entregó al Ministerio Público para dar cuenta de las negociaciones que él llevó a cabo con un grupo de parlamentarios, a fin de transar votos por el archivamiento de procesos penales. E indicó, además, que lo hizo por orden de su jefa, la fiscal Patricia Benavides.