"El Gobierno no descansará hasta encontrar a los culpables", ha prometido Víctor Torres, uno de los dos ministros que el Ejecutivo ha enviado a Pataz para que no queden dudas de la presencia del Gobierno en esta zona tomada por la minería criminal, y desangrada por la muerte de nueve trabajadores de la minera Poderosa.Luego de recorrer la zona de la masacre y de asegurar que se restablecerá el principio de autoridad en ese distrito liberteño, el titular del Interior ha anunciado que se instalará de manera permanente un puesto de comando en esa zona (base), integrado por personal de la Dinoes, investigación criminal, inteligencia y medioambiente de la Policía, y que albergaría a unos 180 efectivos a fin de dar sostenimiento a las operaciones policiales.