Cuando el filósofo Jaime Villanueva dictaba clases de ética en la universidad, con apenas 30 años, sus alumnos recuerdan que hablaba con fascinación de Vladimiro Montesinos. Había estudiado milimétricamente el perfil psicológico del oscuro asesor del expresidente Alberto Fujimori, y si bien aseguraba que estaba bien condenado, al mismo tiempo resaltaba su inteligencia, esa capacidad de maniobrar en el poder para imponerse sobre algún molesto opositor.Villanueva era, en el papel, el principal asesor de la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, pero en la práctica podía ser también el de la congresista de Avanza País, Patricia Chirinos.(Edición domingo).