El informe del mercado laboral a nivel nacional con cifras al tercer trimestre, publicado por el INEI la semana pasada, evidencia el impacto que la recesión ha estado teniendo sobre el empleo, en particular el informal y el subempleo, que afectan a un significativo porcentaje de la población trabajadora, así como sobre la disposición de las personas a buscar "chamba".Por ejemplo, la población económicamente activa (PEA) ocupada -la que tiene empleo- se redujo en 156,800 personas en el tercer trimestre, frente al mismo periodo del 2022, lo que equivale a una variación negativa de 0.9%. En el ámbito rural, se contrajo 5.9%, lo que estaría correlacionado con la recesión del sector agropecuario, cuyo PBI cumplió en setiembre ocho meses seguidos de caídas. Si bien el empleo urbano aumentó 0.4%, empujado por el comercio, en manufactura y construcción disminuyó en más de 6%. Los PBI de estos dos sectores registraban seis y nueve meses consecutivos en rojo, respectivamente.