The Economist.En el 2016, el autócrata de Venezuela, Nicolás Maduro, creó el Arco Minero del Orinoco, un área boscosa más extensa que Portugal. Desde entonces, la minería ilegal se ha incrementado en la zona. El "oro sucio" representa entre 70% y 90% de la producción nacional del metal, según Transparencia Internacional. Y podría aumentar.El 18 de octubre, Estados Unidos levantó sanciones contra, entre otras, la minera estatal venezolana, a cambio de que Maduro se comprometa a realizar elecciones libres el 2024. "Esta decisión impulsará una bonanza delincuencial", advierte Cristina Burelli, del grupo ambientalista SOS Orinoco. Agrega que el régimen no tiene incentivos para aminorar la extracción aurífera ilícita. Se presume que los militares supervisan la mayor parte de la minería ilegal en el país.Venezuela es el ejemplo extremo de un boom del oro ilegal.