Los datos del PBI por departamentos al segundo trimestre, respecto del mismo periodo del 2022, publicados por el INEI mostraron que once de ellos se encontraban en recesión, siendo los casos más preocupantes los de Huancavelica y Tacna: cada uno llevaba siete trimestres (casi dos años) con resultados en rojo (Gestión 20.10.2023). En general, las cifras son muy desalentadoras, incluso para los once departamentos cuyos PBI sí crecieron en ese trimestre, ya que solo tres lo hicieron por encima de 2.5%. Se trata de Huánuco (5.4%), Apurímac (42.9%) y Moquegua (49.2%). ¿Qué explica esa notable expansión, tan distinta del resto?La respuesta, para los tres, es la minería y su efecto estadístico. En Moquegua, el principal factor fue el inicio de operaciones de Quellaveco en septiembre del 2022. Esa nueva producción de cobre y molibdeno, que hasta agosto del año pasado no existía, ha estado impulsando el PBI moqueguano, e incluso ha contrarrestado el efecto de la fuerte caída de otro sector relevante en ese departamento (pesca). En Apurímac, el efecto estadístico se debe al reinicio de operaciones de Las Bambas, que las paralizó entre el 20 de abril y el 10 de junio del 2022 a causa del bloqueo de la vía de acceso, ejecutado por comunidades aledañas. Por su parte, el PBI de Huánuco creció gracias al reinicio progresivo de las operaciones de la minera Raura.