Por Alfredo Palacios Dongo.La calificadora de riesgo crediticio Standard & Poor’s Global Ratings (S&P), el 15 de marzo pasado, redujo la calificación de deudas de largo plazo de Petroperú de BBB- a BB (siglas BB, B, CCC, CC y C califican deudas como bonos especulativos o basura), además cambiaron su perspectiva de estable a negativa, que ocasionarán dificultades para conseguir financiamiento y con elevadas tasas de interés. Nuevamente, el pasado día 13, volvió a disminuir la calificación de BB a B+ como emisor de deuda a largo plazo, reduciendo además su perfil de crédito independiente de B- a CCC+ por mayor riesgo de sus bonos, S&P explicó que esta nueva reducción se debe a la débil estructura de su capital, limitado desempeño que ocasionaron mayores deudas, mala situación económica financiera, y que no podrán cubrir los flujos de efectivo de la Refinería de Talara en 2024-2025, cuyo costo, según estados financieros de Petroperú sobrepasaron los US$ 6,000 millones (quintuplicando los US$ 1,200 millones proyectados inicialmente en 2012).La ineficacia y mala gestión de Petroperú es muy preocupante, escandalosamente, al cierre de septiembre tiene una pérdida neta de US$ -530 millones y un déficit de capital de trabajo de US$ -1,528 millones, increíblemente ha ido pidiendo al gobierno no devolver el préstamo recibido en mayo 2022 (US$ 750 millones), facilidades de documentos cancelatorios (US$ 500 millones), y un aporte de capital y de endeudamiento de garantía de S/ 5,573 millones (equivalente a US$ 1,500 millones) recibidos según DU-023-2022 (25 octubre 2022).(Edición sábado).