Por Luis Carranza, exministro de Economía.Imagínese, estimado lector, que a una persona, vamos a llamarle Juan, le han entregado S/1,000. Juan debe decidir cómo repartir ese dinero entre él y otra persona, llamémosle Pedro. Cuando Pedro ve la repartición que hace Juan, debe decir si acepta o no. Si acepta, cada uno recibe lo que Juan decidió repartir. Si rechaza, nadie recibe nada. Por eso, a este juego se le conoce en la teoría económica como el juego del ultimátum, porque Pedro tiene la última palabra, a pesar de que es Juan quien decide cómo se repartirían los S/1,000.¿Cuál cree que sería la solución "racional"? Según la teoría económica, Juan debe ofrecer a Pedro una cantidad positiva, pero lo mínimo posible, digamos S/1. La racionalidad es que Pedro se queda con un sol si acepta, pero tendría cero si rechaza. Por lo tanto, Pedro "racionalmente" se vería obligado a aceptar.(Edición domingo).