Por Luis Miguel Incháustegui. Si realmente deseamos aprovechar esta nueva oportunidad que se presenta en el mundo debido al cambio de la matriz energética y lograr ser uno de los países que continúe abasteciendo de los minerales críticos, en especial de cobre, y con ello no solo recaudar más impuestos sino transformar esos recursos en desarrollo productivo y sostenible, que logre, en el tiempo mejor posible, el cierre de las brechas sociales; debemos promover, con sentido de urgencia, una real colaboración entre todos los actores de esta actividad. Para lograr eso, no solo es necesario indicar los temas que están pendientes por mejorar o resolver, con la idea de que el actor responsable de ello lo resuelva a la brevedad y solo cumplir con lo que legalmente a uno le corresponde, sino, debido a que cada actor tiene un propósito que va más allá de uno, promover, en forma colaborativa y con una estrategia de valor compartido, la resolución de los temas pendientes por resolver en el menor tiempo posible y generando valor para todos.