ATANDO A ULISES
24 de septiembre de 2023

Por Luis Carranza, exministro de Economía.El canto XII de la Odisea nos narra cómo Ulises evita caer bajo el hechizo del canto de las sirenas colocando tapones en los oídos de sus marineros y él atándose al mástil de la embarcación. De esta forma, podía escuchar el bello canto de las sirenas, pero estaría imposibilitado de arrojarse al mar porque se encontraba atado. Este mito griego explica por qué se requieren ciertas instituciones que establezcan mecanismos de control y generen reglas claras de comportamiento, de tal forma que se evitan actos discrecionales que terminan produciendo graves daños.El problema de fondo es que las personas respondemos a incentivos. Si tengo un beneficio variable, me esforzaré más. Por el contrario, si no me pueden botar de mi trabajo y mi salario es fijo, no tengo por qué esforzarme tanto, y así sucesivamente. Por lo tanto, las reglas, los controles y la supervisión determinarán el correcto comportamiento de las personas. Estas son las ataduras que necesitamos ponerle a Ulises.Apliquemos estos conceptos a las empresas públicas. ¿Quiénes son los dueños? Somos todos los peruanos. Pero ¿quiénes toman las decisiones? Personas que han sido nombradas por otras personas que acceden al poder temporalmente. ¿Qué incentivos tienen? ¿Cumplir los objetivos de la empresa o hacerle caso al político de turno que los nombra? Evidentemente, hacerle caso al político de turno, porque, de lo contrario, pierden el puesto de presidente o director de la empresa.(Edición domingo).