La persistencia en la caída de la producción hidroeléctrica, que se aprecia desde fines del 2022, continúa en lo que va del año -y podría extenderse el 2024 debido a El Niño-. Ello amenaza con incrementar y mantener altos los precios de la energía por los siguientes años.Hasta ahora, la merma en la generación hidráulica -que se aprecia desde octubre del 2022- ha llevado a un mayor uso de generación con térmicas a gas natural, pero como esto aún no alcanza para cubrir la demanda, ha llevado a un mayor uso de plantas a diésel.