La producción de cocaína se ha consolidado en Perú en los últimos cinco años y la tendencia indica que continuará en alza, según el último informe del Centro Nacional de Inteligencia para las Drogas (NDIC), del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.En el mismo periodo también ha manifestado un importante incremento el número de hectáreas dedicadas al cultivo ilegal de hoja de coca en el país, no obstante la ejecución permanente de programas de erradicación compulsiva, indica el reporte del NDIC.La explicación del organismo de inteligencia norteamericano es que los narcotraficantes colombianos financian la producción de hoja de coca en Perú y Bolivia, para reemplazar los cultivos destruidos por acción de la fumigación aérea y la erradicación manual en su territorio nacional. Es en Perú, sin embargo, donde es más notorio el desplazamiento de los traficantes colombianos.Recientes reportes de inteligencia del Ejército y de la Marina confirman que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ante la eliminación de los cocales en su territorio, alientan cultivos ilegales en áreas fronterizas del Perú, cerca del Putumayo.Las cifras lo dicen todo. Entre 2001 y 2005, los cultivos de hoja de coca en Colombia cayeron de 169 mil 800 a 144 mil hectáreas, mientras que en el mismo lustro en Perú experimentaron crecimiento: de 32 mil a 38 mil hectáreas.