Petroperú pretende emitir acciones representativas de su capital social y venderlas en la bolsa, es decir, lanzar una oferta pública de acciones. No es una broma de mal gusto, considerando su preocupante situación financiera -que la ha obligado a solicitar, en la forma de sutil chantaje, un nuevo rescate al Gobierno-, sino parte de los objetivos que figuran en su plan de reestructuración, elaborado por una consultora extranjera y aprobado a fines de julio por su directorio.Y aquí surge la pregunta: ¿qué tipo de inversionista de cartera se animará a adquirir acciones de una empresa con serios apuros financieros? Para empezar, la emisión de acciones requerirá que Petroperú sea evaluada por agencias calificadoras de riesgo. Además de su situación y perspectivas financieras, se tendrá que examinar aspectos corporativos. Teniendo en cuenta su elevada deuda financiera, que llegó a US$ 6,025 millones a marzo, según la calificadora Apoyo & Asociados (socia de Fitch Ratings), y sus pérdidas netas (US$ 158 millones en el primer trimestre), sus acciones no serían muy atractivas, pues un objetivo de poseerlas es recibir dividendos, pero eso solo ocurre cuando una empresa genera utilidades.