El valle del río Apurímac-Ene (VRAE), zona donde se produce la mayor cantidad de hoja de coca y droga en el país, cayó en manos de los propios cultivadores de esa planta. Gran parte de los candidatos ligados a los gremios cocaleros de la zona, e incluso aquellos que sostienen un discurso pro defensa de este insumo, sin ser agricultores, lograron hacerse de las alcaldías de los distritos cercanos al VRAE. Un detalle más: casi todos pertenecen a Qatun Tarpuy, movimiento independiente que hace algunos meses logró una alianza con el líder cocalero Nelson Palomino, quien, al parecer, ha logrado retomar su protagonismo en el valle.El caso más emblemático es el de Alejandro Gutiérrez Escajadillo, quien se hizo de la alcaldía del distrito de Sivia, en Huanta, Ayacucho, siendo secretario general de la Federación de Productores Agrícolas del Valle del Río Apurímac (FEPAVRAE), gremio abiertamente defensor del cultivo de la hoja de coca.