Una autoridad con pasado radical y violentista es la que gobernará Puno durante los próximos cuatro años. Se trata de Pablo Hernán Fuentes, de las filas de Avanza País-Partido de Integración Social, quien ha sido vinculado por algunos medios de su región con el terrorismo. Además se le identifica con los actos de incitación a la población que desencadenó el asesinato del alcalde de Ilave, Fernando Robles. Este personaje, al que no le gusta hablar con la prensa, empleó ayer las ondas de Radio-Perú, que él dirige, para azuzar a los pobladores a tomar el puente Ilave si las autoridades electorales no terminan con el conteo de votos lo antes posible y lo proclaman ganador. Sucede que su triunfo no es seguro, pues registra, según cifras de la ONPE al 93.455%, 94,888 votos, mientras que el castrista Alberto Quintanilla (PUM), su más cercano perseguidor, 92,902 adhesiones. Fuentes es ex militante de Patria Roja, está en contra de la municipalización de la educación y, según se desprende de su plan de gobierno, pretende obtener rentas que provengan "del pago de servidumbre por el uso del aire, la tierra y las aguas, exigibles a las compañías telefónicas, energéticas, entre otras".