Por Carlos Paredes, economista, docente de la Escuela de Posgrado de la Universidad Continental.Desde el 2021, Petroperú se ha convertido en una fuente de noticias preocupantes para los peruanos: injerencia política en la empresa, debilitamiento de su plana gerencial, escándalos de corrupción, cuantiosas pérdidas de operación, ataques intermitentes al oleoducto, repetidos requerimientos de recursos fiscales y, finalmente, el anuncio de que recibirá concesiones petroleras "a dedo" -contraviniendo con esto el marco jurídico vigente y socavando aún más el debilitado clima de inversión del país-. La pregunta que cabe hacerse es: ¿hasta cuándo?