La grosera mentira de la presidenta de Perupetro, Isabel Tafur, para justificar la entrega a dedo de tres lotes petroleros a la casi quebrada Petroperú no debería pasarse por alto. Asegurar que no hubo propuestas presentadas a tiempo por empresas privadas que pudiesen competir con la oferta de la petrolera estatal, fue una maniobra cuyo único objetico era que Petroperú obtuviera esos lotes para así intentar cubrir el forado financiero que la ahoga hace casi una década, como en su momento denunció Perú21.Una burda fabricación que debería costarle el puesto a esta funcionaria, quien afirmó que las cartas de las instituciones privadas que se interesaron llegaron "con posterioridad" a las negociaciones que ya se habían iniciado con Petroperú, lo cual era totalmente falso de acuerdo a las cartas de dos empresas dadas a conocer por este diario.