Por Alejandra Acosta, curadora de Economía del Comité de Lectura.En un Gobierno que se jacta de ser amigable con la inversión privada y estar en las antípodas del de Pedro Castillo en ese aspecto, es francamente increíble el tratamiento que se le está dando a una empresa estatal como Petro-Perú. Esta semana, el ministro de Energía y Minas, Oscar Vera, confirmó que es una decisión del Ejecutivo que se le adjudique, sin ningún tipo de concurso, tres lotes petroleros en Talara cuyos contratos están a punto de vencer, haciendo oídos sordos a las empresas que han mostrado interés en operarlos y a las quejas de los gremios del sector por la falta de competencia.La adjudicación de los lotes I, VI y Z-69 a la petrolera estatal, pese a que no tiene de dónde invertir para mantener su nivel de producción y a que estaría yendo más allá del rol subsidiario que le permite la Constitución, está siendo posible porque PerúPetro, en lugar de promover la inversión en el sector hidrocarburos, se ha convertido en una especie de agencia de promoción de los intereses de Petro-Perú.(Edición sábado).