Mientras la banca privada peruana moderniza su sistema con novedades como la interoperabilidad, la ciberdelincuencia también perfecciona sus actividades delictivas. Es más, ya se han identificado ataques dirigidos a clientes de altos ahorros, por citar un ejemplo.Frente a ello, Perú cuenta con una normativa de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) relativamente joven que fija reglas mínimas sobre ciberseguridad para que las entidades financieras sostengan sus operaciones.