El Congreso electo en 2021 no solo se caracteriza por tener un alto nivel de desaprobación, denuncias contra congresistas denominados "mochasueldos" o porque sus miembros están implicados en presuntos actos de corrupción, también por ser un Parlamento interesado en velar por sus propios intereses.Y es que en los dos últimos años se ha evidenciado cómo el Congreso ha impulsado al menos nueve leyes con nombre propio.