De acuerdo con las características orográficas de Lima y la densidad demográfica de la megalópolis, la falta de lluvias en las zonas altoandinas y el derretimiento de los glaciares podrían generar una futura escasez de agua tanto para el consumo humano como para los sistemas de riego. La Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) advirtió que, de no tomar medidas ante la inminente ausencia de lluvias, podría generarse una crisis hídrica, pues la ciudad supera los 10 millones de habitantes. En tanto, algunos distritos se verían más afectados que otros. Sunass elaboró un mapa en el que detalla los distritos que son más vulnerables ante una crisis del líquido vital, puesto que poseen menos cantidad de horas de servicio de agua potable en la actualidad. Entre ellos se encuentran Ventanilla y Ancón. Estos, además de enfrentar un desastre ambiental como el derrame de petróleo causado por la empresa española Repsol el pasado 15 de enero del 2022, tampoco tendrían acceso a abastecerse de agua de mar desalinizada a corto y mediano plazo.