Aunque se supone que los parlamentarios representan a toda la población y deben legislar en su beneficio, queda claro que sus tendencias ideológicas son más fuertes. Por ello terminan aprobando normas que no solo benefician a un pequeño porcentaje, sino que además perjudican a la mayoría. Un claro ejemplo de eso es la Comisión de Trabajo, que desde el 2021 viene aprobando diversas normas que solo benefician a los trabajadores formales, quienes apenas llegan al 20% de la ciudadanía, mientras que el 80% que trabaja en la informalidad está olvidado.Lo lamentable es que está tendencia no variará. El nuevo presidente de la Comisión de Trabajo, Pasión Dávila, ya adelantó que su labor será apoyar a los sindicalistas, olvidando que, según data del Ministerio de Trabajo al 2022, de los casi 4 millones de trabajadores en el sector privado, apenas 193,000 están sindicalizados. ¿Cómo estas declaraciones ayudarán a formalizar el país?
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